Tradúcete | 28 julio 2017

Salidas profesionales para un traductor

Son muchas las alternativas que tiene un traductor nada más acabar la carrera, ya que el abanico de posibilidades profesionales es muy amplio. En la universidad, básicamente te preparan para que sepas llevar a cabo el proceso de traducción o interpretación en sí, pero no te preparan para ser autosuficiente, algo que resulta de vital importancia para enfrentarte al mundo laboral.

salidas profesionales para traductores

Principalmente, hay que tener claro hacia dónde queremos enfocar nuestro futuro, y si solo queremos tomar un camino a seguir o varios. Es decir, si nos gustaría dedicarnos a más de un  ámbito de la traducción o relacionado con los idiomas como, por ejemplo, trabajar en el sector turístico (como recepcionista de un hotel o azafata de vuelos), o bien dirigirnos al ámbito de la enseñanza.

Aprendiz de todo, maestro de nada

Otra de las posibilidades sería realizar un máster dirigido a un campo especializado de la traducción, ya que el éxito del triunfo de un traductor que se quiere dedicar a tiempo completo a esta actividad reside en ser especializado en una materia en concreto y ofrecer unos servicios de máxima calidad como, por ejemplo, ser traductor especializado en ingeniería civil. Estar especializado en un ámbito técnico puede abrir muchas puertas a futuros clientes, dependiendo siempre de la oferta y la demanda.

Otro aspecto a tener en cuenta además del campo de especialización es la combinación de idiomas. El mercado de traductores en la combinación de idiomas inglés>español ya está algo saturado, de ahí la importancia de estar especializado en un ámbito en concreto para destacar sobre los demás si es esa la combinación de idiomas que vas a trabajar. Aunque también puedes optar por aprender otros idiomas en los que no haya tantos traductores como, por ejemplo, idiomas del este o idiomas nórdicos.

También existe la alternativa de realizar cursos relacionados con la traducción sobre aquellos aspectos que no se han tocado durante la carrera como es el papel del gestor de proyectos o especializarse en algún tipo de software de traducción. La ventaja de la realización de cursos es que cuentas con la posibilidad de realizarlos bien de manera presencial o a distancia, lo que te permitirá seguir trabajando mientras de formas.

Ser conscientes de la realidad a la que nos enfrentamos

Ser traductor autónomo a tiempo completo comporta largas horas de trabajo. La mayoría trabaja desde casa, por lo que socializar con algún compañero es prácticamente imposible a no ser que sea vía e-mail. Es un trabajo bastante solitario, no hay un horario fijo y tampoco un sueldo fijo a final de mes, ya que tus ingresos varían dependiendo de tu rendimiento y de las horas que le eches. No es lo mismo ser capaz de traducir una media de 1.200 palabras al día, que traducir 2.000 (todo ello contando con una jornada laboral de 8 horas diarias). Obviamente, a este último le será mucho más rentable su trabajo. Por otro lado, cabe destacar que el apoyo de herramientas de traducción asistida como el conocidísimo SDL Trados o memoQ pueden ayudarte a aumentar esa rentabilidad. Para calcular tus ingresos y gastos te recomendamos CalPro.

Traductor en plantilla

Son pocas las empresas que hoy en día cuentan con una plantilla de traductores en sus oficinas, puesto que en la mayoría de los casos, las empresas se dedican a subcontratar a traductores autónomos para poder adaptarse más fácilmente a la demanda de los clientes.

De todos modos, el trabajo de un traductor en plantilla es ligeramente diferente al de un traductor autónomo, puesto que estos sí que tienen tiempo de sociabilizar y cuentan con una nómina fija a final de mes. Eso sí, trabajes más o trabajes menos, vas a acabar cobrando lo mismo, a no ser que cuentes con incentivos según tu rendimiento.

Son muchos los que optan por trabajar en plantilla para adquirir experiencia y rodaje y aprender a utilizar ciertas herramientas asociadas con esta profesión, aunque también está la posibilidad de trabajar para asociaciones sin ánimo de lucro y ONGs.

En plantilla trabajarás ocho horas con una pausa para comer, aunque, como en cualquier profesión, no siempre se puede cumplir. En dicha jornada laboral tendrás que encargarte de traducir lo que vaya llegando, ya sea un proyecto grande que dure varios días que quizás requiera la implicación de varios traductores, o bien un pequeño proyecto de pocas palabras. Como traductor autónomo, tendrás la opción de seleccionar qué textos quieres traducir o de rechazar un proyecto que no sea de tu agrado, si tu actividad te lo permite.

Las traducciones de las que te hayas encargado se revisarán y recibirás feedback, lo resulta muy interesante siempre para seguir prosperando y mejorando.

Un cliente satisfecho es garantía de futuro.

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