Los negocios que exportan sus productos o servicios al extranjero son conscientes de la necesidad de saber manejarse en varios idiomas. Es difícil conseguir que todos los trabajadores de la empresa hablen castellano además de francés, italiano, inglés o, incluso, chino. Por ello, estas compañías cuentan con un equipo de traductores profesionales para traducir y escribir textos o contratos en otros idiomas.
Pero, ¿qué ocurre con aquellas empresas españolas que no tienen la idea de internacionalizarse? Quizás crean que el manejo de idiomas no sea un requisito indispensable pero sí lo es. España es el tercer país del mundo que más turismo recibe cada año. Los turistas proceden de diversos de países y la mayoría no entienden el castellano a la perfección.
Por lo tanto, si tu negocio es una tienda, un hotel, un restaurante, una agencia para excursiones o un establecimiento de alquiler de medios de transporte, entre otros muchos, necesitarás saber entenderte con los turistas para generar beneficios.
Los extranjeros que visitan España estarán más predispuestos a la compra cuando se sientan más cómodos. Para ello, deberemos hablarles en su idioma materno o aportarles información sobre nuestro negocio traducida a su lengua. De esta forma, conseguiremos que entiendan a la perfección lo que les queremos decir y que disfruten de sus vacaciones plenamente. Esto es lo que se conoce como traducción turística.
Y, ¿cómo conseguimos que esto sea posible? Contando con un equipo de traductores nativos. Ellos se encargarán de traducir el contenido de la página web de la empresa, el blog comercial, los folletos, los catálogos, las guías turísticas, las cartas para restaurantes y hoteles e, incluso, la publicidad que se lanza para promocionar algún evento. Asimismo, los traductores de cabecera traducirán de inmediato los correos o las cartas que reciban las empresas por parte de sus clientes extranjeros, quienes buscan una información más completa sobre el producto o el servicio.