Tradúcete | 31 mayo 2017

Los idiomas más sencillos de aprender para hispanohablantes

idiomas fáciles de aprenderComo dice un proverbio chino: «aprender un idioma es tener una ventana más desde la que observar el mundo». Los idiomas te crean una riqueza fundamental hoy en día, en el terreno de lo cultural. Lo ideal es aprender otros idiomas para salir y ver mundo, no solo por el ámbito personal, sino también el laborar, ya cada vez es más importante conocer otras lenguas para poder expandir los negocios a otros países.

En la actualidad, la importancia de la comunicación alcanza un nuevo sentido. Ya no solo hablamos cara a cara, también lo hacemos por las redes sociales, por e-mail, a través de programas de Internet, etc. Todo va en favor de hablar con gente fuera de nuestras fronteras. La globalización establece una red de comunicaciones sin precedentes que eleva aún más el conocimiento de idiomas.

Ser políglota hoy en día es más fácil que años atrás, cuando era más complicado encontrar empresas que impartieran idiomas, y de encontrarlas no pasaban del inglés. Hoy día, sin embargo, lenguas como el alemán, el chino o el francés son habituales en las academias y escuelas de idiomas. Conocer estos idiomas favorece la comunicación con otras empresas de otros países, poder entablar conversaciones de negocios, cerrar acuerdos, etc. Por ello, la labor de los traductores profesionales es tan apreciada e importante, pues son personas que han llegado a conseguir algo envidiado por todos: conocer más de una lengua y dominar el arte de transformar el mensaje de una en otra. Hoy en día es muy importante contar con un equipo de traductores de cabecera para ayudar a las empresas con sus contratos y demás documentos con empresas de fuera de nuestras fronteras.

Pero, ¿qué idiomas aprenden más fácilmente los traductores? Pues bien, si son españoles les resultarán más sencillos los siguientes:

  • Portugués. Se habla en el país vecino, que comparte la Península Ibérica con España. El español y el portugués se parecen en un 89 %. Una persona portuguesa puede entender a una española y viceversa, prácticamente sin saber ni una palabra, sobre todo por escrito. Eso sí, hay que tener cuidado con los denominados “falsos amigos”, como por ejemplo “dar una prenda”, que significa “dar un regalo” y con la entonación y pronunciación nasal en algunas ocasiones.
  • Italiano. Este idioma es muy fácil de leer para los hispanohablantes. Es una lengua romance, que se parece mucho a la nuestra, y la mayoría de los traductores profesionales cuentan con ella entre sus conocimientos. En Argentina ha llegado a producirse la mezcla entre español –el de Argentina– y el italiano. Lo llaman “lunfardo”.
  • Francés. Otra lengua romance que tiene una peculiaridad en común con el español muy notable: el cambio de los sustantivos por variar de género. La pronunciación de este idioma es más difícil, pero los traductores de cabecera hispanohablantes lo suelen elegir por la cercanía y su bella sonoridad.
  • Inglés. El idioma que todos estamos obligados a aprender desde pequeños. La pronunciación de las palabras no se les hace difícil a los traductores, aunque sí que encontramos mayor dificultad a la hora de afinar con el acento. Hay que tener cuidado porque los “false friends” o “falsos amigos” abundan.
  • Neerlandés. Quizá os suene raro, pero sí. El idioma neerlandés no es difícil para un traductor profesional hispanohablante de nacimiento. El que domina el inglés puede pasar a este idioma, también cercano al alemán, sin problema. ¿Sabías que el afrikáans​ es una lengua germánica derivada del neerlandés? Así es, y se habla principalmente en Sudáfrica y Namibia, así como en algunas zonas del sur de Botsuana.
  • Alemán. El alemán tiene reglas muy básicas que, una vez aprendidas, no se olvidan. La dificultad que se les presenta a aquellos que quieren ser traductores es que aparezca una palabra llena de consonantes. Es un idioma bastante lógico, ya que la unión de palabras crea conceptos y eso es sencillo de entender.
  • Griego. El griego actual, claro, no el clásico. Al verlo escrito da la apariencia de ser ruso, pero es más sencillo. Lo que hace a este idioma sencillo para los traductores hispanohablantes es el sonido de vocales y consonantes, que resulta muy similar al español al oído.

Estos son los idiomas más sencillos y al alcance que se le puede presentar a un hispanohablante.

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