Tradúcete | 27 noviembre 2015

¿Cómo traduzco mi página web?

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Hace unas semanas publicamos una entrada sobre la importancia que tiene traducir la página web de un negocio, ya que gracias a Internet ésta se ha convertido en la mayor carta de presentación de nuestra empresa y los productos o servicios que ofrecemos.

En el artículo de hoy vamos a ir un paso más allá. Una vez hemos decidido traducir nuestra página web, debemos plantearnos cómo extraer el texto de los contenidos para que los traductores puedan hacer su trabajo.

Hay diferentes opciones para hacernos con el material que se tiene que traducir, dependiendo de las características de la web:

–  Si la web se ha creado utilizando un gestor de contenidos (como por ejemplo WordPress o Prestashop), es posible exportar los textos en un formato editable. Habitualmente, se trata de archivos CSV, XML, XLS, PO, MO o XLIFF y las mismas plataformas suelen presentar herramientas de ayuda a la traducción (también llamada «localización») de los contenidos de la web. Una vez exportados los textos en cualquiera de estos formatos, los traductores podrán utilizar las herramientas necesarias que les permitirá entregar la traducción al cliente en el mismo formato que él proporcionó. Finalmente, para publicar la traducción en la web el cliente deberá importar el archivo traducido a la plataforma.

– Cuando los archivos de la página web tengan formato XML, PHP o HTML (el más habitual), el procedimiento será igual de sencillo que en el caso anterior. El cliente remitirá los archivos fuente originales al traductor, quien realizará su trabajo utilizando las herramientas que le permitirán distinguir los elementos traducibles del código web. Una vez acabada la traducción, al cliente se le remiten los archivos traducidos en el mismo formato que él los ha entregado para que pueda integrarlos directamente a los contenidos de su página web.

– Como última opción, si no es posible trabajar con ninguna de las dos técnicas anteriores, siempre podemos trabajar con archivos de texto (normalmente, DOC). Se pueden extraer los contenidos de forma manual y traducirlos, pero hay que tener en cuenta que si la traducción se realiza de esta manera, el cliente recibirá la traducción en formato texto y no los podrá incorporar directamente a su página web. Una vez entregada la traducción, se deberá implementar los textos traducidos en el código web o en el gestor de contenidos copiándolos y pegándolos. La implementación es una tarea totalmente manual en la que la inversión de tiempo es mayor; por lo que siempre es preferible trabajar utilizando cualquiera de los dos métodos anteriores.

Si quieres traducir tu página web pero no estás seguro sobre cuál es la mejor forma de extraer su contenido, ponte en contacto con nosotros y te asesoramos.

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